A medida que se prolonga el confinamiento en Shanghái y aumentan las restricciones en Beijing y otros puntos de China, la disponibilidad de exportaciones sigue siendo un factor importante que afecta a los flujos comerciales. Aunque las autoridades están tratando de reactivar la producción, la fabricación se continúa arrastrando. Y con la capacidad de transporte por carretera de la ciudad reducida en un 45 %, es difícil llevar materiales importados de los puertos a las fábricas o envíos disponibles de las fábricas a los puertos.
De acuerdo con Freightos Baltic Index (FBX) este panorama ha llevado a una caída estimada del 20-30% en los volúmenes de exportación desde Shanghái desde que comenzó a aplicarse el confinamiento, mientras que los buques tardan dos día en promedio en ser atendidos, frente a las 12 horas antes del confinamiento.
La consecuente disminución de las exportaciones disponibles es un factor en la disminución de las tarifas marítimas desde el confinamiento. De hecho, en la ruta Transpacífico han caído un 5-7% desde mediados de marzo, y las tarifas Asia-Europa han bajado casi un 20% a US$$10.836/FEU- el nivel más bajo desde junio, según FBX.
Factor estacional en las tarifas
El período entre el Año Nuevo Lunar y la temporada alta suele ser lento en el transporte marítimo, por lo que la estacionalidad podría ser un factor que contribuya a la caída más dramática en las tarifas de Asia-Europa, ya que las tarifas han disminuido constantemente un 27% desde finales de enero.
Perspectivas
Las expectativas son que Shanghái reabrirá a mediados de mayo como muy pronto (o en junio) generando un efecto rebota que provocará un aumento en los volúmenes oceánicos que sin duda aumentará la congestión, los retrasos y las tarifas marítimas.
Fuente: Mundo Maritimo