Desde que existe la necesidad de adquirir productos y servicios, hablar de comercio internacional, sus cambios y cómo prepararnos para estos cambios ha sido un tema constante. Para los que integramos el sector logístico es bastante común, sin embargo, hoy en día es verdaderamente perceptible y desafiante para todos los ciudadanos del mundo.
Nos encontramos ante una realidad de salud que ha exigido a los Estados legislar en tiempos reducidos, un sinnúmero de aspectos de la vida cotidiana, de los negocios, el comercio internacional y todo el sistema logístico que conlleva el abastecimiento. Ha prevalecido en principio el bien más preciado “la vida”.
Podemos destacar acciones tomadas por la Organización Mundial de Aduanas, como la aprobación del paquete de medidas presentadas por el grupo consultivo del sector privado, para agilizar la cadena de suministros esenciales y sus recomendaciones para el tratamiento de las demás mercancías. En nuestro país las Autoridades han implementado medidas de bioseguridad, algunas han aplicado la automatización de procedimientos, se han establecido exenciones arancelarias a productos prioritarios, y firmas electrónicas, entre otras medidas para mitigar el impacto de la crisis, pero sobre todo para garantizar la continuidad de la cadena de suministros.
Ante este escenario debemos insistir en que los cambios siempre serán parte de nuestra realidad y la forma en que le hacemos frente es la diferencia. Podemos señalar que lo que aprobamos en relación a logística fácilmente en unas horas puede ser modificado o derogado, de acuerdo a los resultados, lo que nos lleva a legislar sobre bases principales, que pese a cualquier cambio o crisis prevalezcan, entre ellos, la bioseguridad, suministros, tecnología, servicios y economía. Como país hemos realizado adecuaciones en nuestra legislación con respecto a las operaciones logísticas; sin embargo es necesario que de la mano, tanto el sector público, como el sector privado evaluemos las diferentes políticas, legislación nacional y regional, acuerdo de integración regional, convenios internacionales y acuerdos de libre comercio, entre otros y que puedan ser acordes a los nuevos retos que enfrentamos, siendo normativas flexibles a los cambios, ágiles, sin vulnerar la seguridad, el control y fiscalización necesarios. Cada una de las normativas de nuestro país deben incorporar la transformación digital en todos los procesos y a todos los sectores como medida indispensable en la facilitación del comercio. Los avances en tecnología durante este tiempo deben capitalizarse de forma permanente y ampliarse a todas las instituciones públicas. Las acciones que tomemos no pueden esperar un después, sino que deben ser visionadas en medio de la crisis porque sin duda encontraremos las oportunidades y la voluntad.
Panamá hoy día demuestra al mundo entero su liderazgo como país logístico, hemos permanecido activos 24/7 en el sector desde el día 1 de la pandemia. Por nuestro Canal han transitado todas las mercancías necesarias para abastecer a la región y a nuestro país, somos un país privilegiado gracias a Dios por nuestra posición geográfica, contamos con la accesibilidad y estructura logística, para el ingreso continuo de alimentos, medicamentos, insumos médicos y productos de higiene para superar la crisis. Confiamos que el Sector Logístico impulsará nuestra economía y es por esto que todos los integrantes del sector seguiremos comprometidos con el empoderamiento de nuestro Hub Logístico, generando propuestas, estrategias que lo fortalezcan y valor agregado a nuestros servicios. Desde el sector logístico nos sentimos honrados de seguir reafirmando el “don de servicio” hacia nuestro país y el mundo entero, por ello nuestro mensaje: ¡El cambio es hoy!