En la Asociación de Distribuidores de Automóviles de Panamá (ADAP) somos conscientes de la difícil situación sanitaria provocada por la pandemia del coronavirus, y compartimos el interés de toda la población de prevenir el contagio así como el deseo de pronta recuperación para quienes hayan sido afectados.
Contemplando la importancia de continuar fortaleciendo las medidas de prevención sanitarias, así como los puestos de trabajo, hacemos un llamado urgente al Gobierno de Panamá para la apertura de ventas y el diálogo para definir cuanto antes un Plan de Acción en conjunto para reactivar la actividad económica de nuestra industria y así evitar que continúe la pérdida de puestos de trabajo.
La distribución de automóviles nuevos genera ingresos anuales superior a los $1,500 millones de dólares. Responsable del 20% del total de las primas de seguros del país y aproximadamente el 16% del crédito de consumo bancario, siendo este un saldo de $1,700 millones. Adicional, somos generadores de 5,000 puestos de trabajo directos y 9,000 indirectos. Un importante dinamizador de la economía, sin embargo, la paralización producto de la pandemia, pone en riesgo la sostenibilidad de las operaciones de muchos distribuidores formales.
Nos urge la apertura de ventas en cumplimiento con los protocolos de las autoridades de salud y trabajo
Esta urgencia que solicitamos al Gobierno de Panamá responde al hecho de atender los retos más preocupantes que enfrenta la industria automotriz, basados en las siguientes razones:
- Llevamos más de tres (3) meses en suspensión. La comercialización de autos nuevos ha tenido un descalabro histórico, y cada mes que pasa, dejamos de vender apróximadamente $140 millones de dólares que podrían ayudar a la economía del país. Es muy probable que algunas empresas del gremio no sobrevivan a este escenario de incertidumbre.
- Previo al COVID-19, cerramos en negativo por tres años consecutivos las ventas de autos, con una disminución del 28% al cierre del 2019. Ahora con la pandemia, proyectamos una disminución adicional del 65% al finalizar el 2020. Es decir, tenemos una enorme presión sobre la estructura y sostenibilidad de las empresas de autos, base de la movilidad de este país.
- Adicional, nos enfrentamos a un excedente de inventario (alrededor de 20 mil unidades), que representan aproximadamente $370 millones de dólares generando una presión financiera importante.
- El pasado 2 de junio, entregamos el Protocolo Sanitario a las autoridades competentes, una autorregulación que trabajamos de la mano de expertos de la salud. Sin embargo, no hemos obtenido respuesta para estar listos, una vez se active el bloque 3.
Sin respuestas ni diálogo
Como Asociación vemos con preocupación el hecho de que, aún cumpliendo con todas las medidas adoptadas por los ministerios (MINSA, MITRADEL y MICI) no se nos haya brindado una respuesta oficial que nos amplíe el por qué debemos mantenernos cerrados y con salarios suspendidos, cuando previo al COVID-19, por la naturaleza de nuestro modelo de negocio, ya cumplíamos con normas de distanciamiento.
En este sentido y de manera respetuosa, reiteramos nuestro llamado al Gobierno de Panamá para que actúe con sentido de urgencia, nos permitan la apertura de ventas y se nos brinde la oportunidad de diálogo para que podamos trabajar en un Plan de Acción conjunto que evite el cierre definitivo de los distribuidores y la pérdida de empleos, ingresos e inversiones.