Un proyecto duerme el sueño de los justos en la Asamblea Nacional
Pese a que en la Asamblea Nacional reposa un proyecto que busca implementar el etiquetado frontal de advertencia nutricional en los envases de los productos alimenticios, Panamá continúa huérfana de este instrumento que ayudaría a reducir las cifras de sobrepeso y obesidad.
Esta es la advertencia que hace la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) al país canalero, donde la Encuesta Nacional de Salud indicó que en 2019 el 72% de los adultos están con sobrepeso, de los cuales el 36% tienen obesidad.
Las cifras “se vuelven alarmantes, toda vez que en todo el mundo, las principales causas de muerte están relacionadas con las enfermedades crónicas como el cáncer, enfermedad cardiovascular, la hipertensión y la diabetes, originadas principalmente por una mala alimentación”, afirmó Israel Ríos, oficial regional de nutrición de la FAO.
adicionalmente, en Panamá alrededor de 40% de las niñas y niños de edad escolar y adolescentes presentan exceso de peso; y en niños pequeños, de menos de cinco años, este mal afecta al 13%.
Mientras, la propuesta de etiquetado frontal que permanece en la Asamblea Nacional no ha provocado mayor interés, según dijo la diputada suplente y proponente del proyecto, Yaidelis González.
Si se toman en cuenta los datos de 2003, cuando el exceso de peso en escolares era del 20% y en niños pequeños era del 9,4%, se puede destacar que este fenómeno de malnutrición se ha incrementado alarmantemente en los últimos 20 años, advierte el organismo internacional.
Agrega que el país debe establecer medidas firmes para combatir la malnutrición y asegurar un futuro mejor a la niñez.
Para tratar de revertir el escenario actual en la nación panameña, la FAO junto al Ministerio de Salud y otros actores del sistema alimentario han desarrollado guías alimentarias que, según afirman, ha sido útil para la formulación de políticas nacionales en materia de alimentación y nutrición, salud y agricultura, así como de programas de educación alimentaria y nutricional destinados a fomentar hábitos de alimentación y modos de vida sanos.
La obesidad es un problema complejo y multifactorial, por lo que hacerle frente requiere la transformación de los actuales ambientes obesogénicos por ambientes alimentarios que promuevan el consumo de una dieta más saludable.
No obstante, la FAO reconoce que el país ha avanzado al implementar medidas como la regulación de venta y consumo de comida chatarra y bebidas azucaradas en las escuelas.
Pero, advierte que aún se requieren medidas más efectivas como un sistema de etiquetado frontal de advertencia nutricional que informe a los consumidores, sobre todo a los padres, los riesgos de consumir productos con alto contenido de azúcares, grasas y sal.
Fuente: Bloomberg Linea