Los jóvenes profesionales con más alto nivel de formación están apuntando cada vez más a trabajar en empresas que estén comprometidas en la lucha contra la discriminación y la desigualdad
Un empleado que se siente respetado y goza de igualdad de oportunidades para ascender sin importar su raza, género, preferencia sexual, nacionalidad o posición social; es un empleado que genera mayores beneficios a su empresa. Es por ello que los líderes del sector de capacitación profesional están enfocando sus esfuerzos de formación en fomentar la inclusión y la diversidad entre las mejoras corporativas, que produzcan resultados exitosos para los equipos de trabajo.
«En Latinoamérica es menos evidente la discriminación en las empresas porque no se da por el color de piel, pero a la vez puede ser más profunda, porque somos culturas demasiado conservadoras», analiza Catherine Nouel, quien es Global Carnegie Master y directora de entrenamientos de Dale Carnegie Panamá, una organización que se especializa en la formación en liderazgo, comunicación, relaciones humanas y ventas. Esta empresa ha organizado un comité de actualización para todos sus facilitadores a nivel Global en este importante tema de Inclusión, del cual Nouel es la representante de Latinoamérica.
Dale Carnegie está presente en 86 países con más de 200 oficinas, por lo que Nouel ha tenido la oportunidad de participar en numerosos eventos, ampliando sus redes y nutriéndose de la experiencia de quienes como ella forman parte de la élite de los capacitadores profesionales. Es por ello que posee un claro panorama acerca del impacto que tiene el hecho de que temas como la preferencia sexual, el rol de la mujer y la clase social estén presentes en la vida cotidiana de los trabajadores latinoamericanos, así no se hablen de forma abierta.
«Cuando en las empresas existe desigualdad de género, de raza, de condición social o acoso laboral, se producen fugas de talento», analiza Nouel.
Oportunidad y beneficios para todos
La nueva realidad global suscitada a raíz del COVID 19 ha generado preocupación e incertidumbre, pero también ha impulsado un cambio en los modelos de negocio. Con el aumento del trabajo remoto y desarrollo de las plataformas digitales, se ha incrementado las opciones para que las empresas cuenten con talento diverso, sin importar distancias territoriales ni otras barreras preexistentes.
«La pandemia ha roto todas las fronteras, además de transformar los procesos de comunicación y el funcionamiento en las empresas», analiza Nouel al hablar sobre las bondades de contar con un equipo multicultural. «Bajo este contexto, crear y mantener un entorno de auténtica inclusión requiere una gran capacidad dentro de la cultura de las empresas para influir en el cambio».
Los líderes del sector de capacitación profesional tienen claro que la discriminación atenta contra el éxito de las empresas. Es por ello que se enfocan en fomentar el compromiso de crear y mantener un ambiente de inclusión corporativa, para obtener el mejor rendimiento posible de los equipos de trabajo.
«No se trata solo de un asunto de responsabilidad social. Los argumentos empresariales a favor de la inclusión y la diversidad son numerosos: rápida resolución de problemas, una mejor toma de decisiones, un aumento de la innovación, el compromiso de los empleados y un mejor beneficio financiero», enumera Andry Osorio, quien es el director de Dale Carnegie Training Panamá.
Las estadísticas avalan su posición. Una investigación de la Universidad de Illinois divulgada por Forbes arrojó que las empresas con mayor inclusión y diversidad tanto de género como racial, obtuvieron en promedio sobre su patrimonio un retorno neto de 53% mayor a las empresas quienes no contaban con esto.
«Actualmente los jóvenes profesionales con más alto nivel de formación están apuntando hacia empresas que otorgan poder de decisión y facilitan el ascenso de los empleados sin discriminación. Estos valores son de vital importancia para generar una mejor experiencia para la fuerza laboral», agrega el ejecutivo de Dale Carnegie.
Los Millenials y la Generación Z- como se les conoce a las personas que nacieron entre 1981 y 2010- cada día son más inflexibles a la hora de aceptar trabajar con una empresa, y a menudo comprueban e investigan en plataformas como Glassdoor, Indeed y LinkedIn los reviews de otros empleados para verificar información sobre programas de inclusión para los trabajadores, así como que no existan casos de racismo y discriminación en las corporaciones en las que se están postulando.
«La inclusión requiere relaciones de confianza y un alto nivel de seguridad psicológica para todos. Cada una de nuestras relaciones con los demás contribuye a crear un entorno de apoyo en el que todos se sientan valorados, respetados y motivados para aportar sus puntos fuertes, o lo contrario», afirma Nouel, quien acumula más de 15 años de experiencia en Dale Carnegie.
Según una encuesta realizada en septiembre de 2020 por Glassdoor y divulgada por el Washington Post, el 76% de los empleados y solicitantes de empleo en Estados Unidos dijeron que una plantilla diversa era un factor importante a la hora de evaluar las empresas y las ofertas de trabajo. Casi la mitad de los afroamericanos e hispanos encuestados dijeron que habían dejado un empleo después de presenciar o experimentar un acto de discriminación en la empresa.
Crear y mantener un ambiente de inclusión genuino requiere una fuerte capacidad del liderazgo de la organización y una verdadera cultura organizacional que sea abierta a los cambios.
«No se trata de un simple proyecto, sino de un compromiso constante de encontrar un mejor camino para trabajar juntos, de manera que podamos sacar lo mejor de cada persona y esto se refleje en un trabajo en equipo de alto desempeño. Crearemos esta cultura de Inclusión y diversidad a través de la construcción de relaciones confiables y conexiones reales entre las personas a todo nivel de la organización. Y esto requiere del desarrollo sostenible de habilidades como la Auto-Confianza, la comunicación asertiva y el liderazgo positivo», concluyó la experta.
Texto por: Paola Rappaccioli