Al 31 de diciembre de 2023, la deuda pública del Sector Público No Financiero (SPNF) ascendía a B/. 47,025.4 millones. Este monto representa el total de obligaciones financieras contraídas con organismos multilaterales, acreedores y fuentes privadas internacionales (85%), así como el financiamiento interno (15%) proveniente de fuentes privadas y del sector público (bancos oficiales). El costo del servicio de la deuda (intereses y amortizaciones) ha aumentado, presionando el presupuesto público. Esto implica que un porcentaje significativo de los ingresos del gobierno se destina al pago de la deuda, lo que reduce la capacidad de inversión en áreas críticas como educación, salud, e infraestructura.
La gráfica ilustra la evolución de la relación Deuda Pública/PIB durante el periodo 2013- 2023, destacando una tendencia significativa en los últimos años. En 2020, este coeficiente aumentó en 18.3 puntos porcentuales, situándose en 64.7%. Desde entonces, el coeficiente ha mostrado una tendencia a la baja, alcanzando un 56.4% al cierre de 2023, lo que representa una disminución de 8.3 puntos porcentuales en comparación con 2020.
El indicador de Deuda pública/PIB es utilizado para medir la capacidad que tienen los países para cubrir sus obligaciones en comparación
con su Producto Interno Bruto (PIB) corriente o nominal de cada período registrado. En otras palabras, la capacidad que tienen los países para cubrir sus obligaciones. Este indicador es crucial para las agencias calificadoras de riesgo y los
mercados financieros internacionales, ya que un mayor porcentaje del coeficiente suele interpretarse negativamente. No obstante, se consideran otras variables para evaluar la salud financiera y el riesgo país de las economías.
Aunque la relación Deuda/PIB se ha aumentado considerablemente, sigue siendo relativamente moderado en comparación con otros países de la región, es un indicador que debe ser vigilado de cerca para evitar que alcance niveles insostenibles. Es por ello, que una alta relación Deuda/PIB no es, necesariamente, negativa. Singapur y Estados Unidos siendo países desarrollados y que a su vez están dentro de los más competitivos del mundo, tienen una relación deuda/PIB por encima del 100%. Sin embargo, es importante que el endeudamiento esté orientado primordialmente a inversiones productivas y beneficiosas para el país.
La situación de la deuda pública del sector público no financiero de Panamá al 31 de diciembre de 2023 muestra un nivel de endeudamiento creciente que requiere una gestión cuidadosa y reformas fiscales estratégicas. Aunque el país tiene capacidad para manejar su carga de deuda en el corto plazo, los riesgos de sostenibilidad a mediano y largo plazo deben ser abordados mediante políticas fiscales responsables, mejoras en la eficiencia del gasto público, ingreso, recaudación fiscal y estrategias de financiamiento innovadoras. Los riesgos de no tomar las medidas necesarias serian aumentos de las tasas de interés y riesgos de refinanciamiento.
Para comprender mejor el panorama, se tienen que analizar otras variables como el Balance Fiscal, ya que este indica la salud financiera del país; representa la diferencia entre los ingresos y los gastos del gobierno, reflejando si se recaudan suficientes recursos para cubrir sus gastos. Déficits fiscales consecutivos pueden conducir a la acumulación de deuda, esta a su vez, puede agravar el déficit debido al costo del servicio de la deuda (intereses) cuando el saldo pendiente es alto o en constante crecimiento, comprometiendo la sostenibilidad fiscal. En cambio, las mejoras en el equilibrio fiscal a lo largo del tiempo son indicadores de buena salud financiera. En la última década, todos los años se ha registrado déficit, indicando que los gastos han superado lo recaudado.
Otras variables que están afectando la situación de las finanzas públicas y, por ende, agravando la situación de la deuda, son los pagos de los interés o servicio de la deuda. Para el cierre del año 2022 se pagaban B/. 1,317.5 millones y para el año 2023 se pagó B/. 2,147.0 millones, es decir, un incremento del 63% que representó B/. 829.5 millones adicionales.
Analizar el comportamiento del gasto de capital o inversión pública es importante para establecer qué tanto el gobierno se está endeudado en inversión o en gasto corriente. El gasto de capital o en inversión, ha tenido un comportamiento fluctuante en la última década. Sin embargo, la proporción del gasto de capital o inversión con relación al gasto total se ha ido reduciendo, pasando de 32.5% en el 2013 a 22.9% en el 2023, lo que representa una reducción de 9.6 pp. Esto indica que la proporción se ha ido inclinando más hacia el gasto corriente que al gasto de capital o inversión, es decir, mayor gasto en funcionamiento y pago de interés de la deuda que para inversiones productivas e infraestructuras básicas.
Por otro lado, mejorar la eficiencia de la recaudación tributaria en Panamá ayudaría significativamente hacerle frente a la deuda. Según las Estadísticas tributarias en América Latina y el Caribe 2024 de la CIAT, la CEPAL, el BID y la OCDE, en 2022, la recaudación tributaria como porcentaje del PIB de Panamá fue del 13.1%, mejorando la recaudación del año 2021 que fue de 12.7%. Pero, al compararlo con otras regiones, en la misma edición, el promedio de ALC fue del 21.5% y el promedio de la OCDE fue del 34.1% lo que refleja que Panamá se encuentra por debajo de los promedios y del estándar internacional, dejando evidenciar la necesidad de lograr mayores eficiencias en la recaudación.
Para mantener una deuda óptima y finanzas públicas eficientes, Panamá debe reducir el gasto ineficiente, implementar reformas fiscales, mejorar la transparencia y fomentar el crecimiento económico mediante inversiones, la innovación y atracción de IED, lo cual amplia la base tributaria y reduciría la necesidad de deuda. Estas políticas, junto con incrementos en los niveles de recaudación, ayudarían a mejorar la sostenibilidad fiscal y la relación deuda/PIB.
Fuente: datos del INEC, MEF, CEPAL, BID, y OCDE.