A medida que los inversionistas se muestran más optimistas sobre las perspectivas de la materia prima a corto plazo.
El West Texas Intermediate subió un 1,32% y se situó en US$81,21 luego de fluctuar en un rango de poco más de US$2, en paralelo con las oscilaciones del mercado en general, mientras los operadores evaluaban nuevas cifras económicas. Por otro lado, el Brent para entrega en marzo ganó un 1,78% y se ubicó en US$87,65.
El petróleo se ha recuperado de la fuerte caída de principios de año, impulsado por la demanda de China, el mayor importador de crudo del mundo. Los operadores empiezan a ver un repunte de la demanda de energía y es probable que el turismo chino tenga un impacto importante en el consumo. El hecho de que el petróleo sea más caro a corto plazo indica que los operadores ven que la demanda supera a la oferta.