El Auge Friendshoring» y Nearshoring : McKinsey Revela

0
143
  • El informe preparado por McKinsey Global Institute, revela que los países están optando por relaciones comerciales más cercanas geográfica y geopolíticamente, con un auge del «friendshoring» y «nearshoring» en respuesta a las tensiones políticas globales.
  • La cooperación económica intrarregional aumenta, con países de África y América Latina buscando reducir su dependencia de potencias como Estados Unidos y China.

La reconfiguración de alianzas, la creciente preocupación por la seguridad de las cadenas de suministro y las tensiones internacionales están transformando los flujos comerciales globales. El Informe: “Geopolítica y geometría del comercio global: actualización hasta 2025”, elaborado por el McKinsey Global Institute, revela que los países están inclinándose hacia socios más cercanos tanto geopolítica como geográficamente, en un entorno marcado por crecientes disputas políticas.

Una de las principales tendencias destacadas es la distancia geopolítica y cómo los países están redefiniendo sus relaciones comerciales según su alineación política. Las tensiones entre Estados Unidos y China han llevado a muchas naciones a reconsiderar sus asociaciones, inclinándose hacia bloques políticos más cercanos. Esta polarización está obligando a gobiernos y empresas a evaluar no solo los costos comerciales, sino también los riesgos derivados de las alianzas geopolíticas.

Además, el informe señala el crecimiento del comercio interregional y en ese contexto, países que históricamente dependían de economías occidentales están buscando nuevas alianzas dentro de sus propias regiones. En África y América Latina, por ejemplo, la cooperación económica está ganando fuerza, generando nuevas rutas comerciales y reduciendo la dependencia de potencias como Estados Unidos y China, lo que refleja un enfoque más pragmático y flexible por parte de los países en desarrollo.

El auge del “friendshoring” y el “nearshoring”

Otro de los puntos relevantes recabados en el informe es el auge del «friendshoring» y el «nearshoring», enfoques que reflejan la necesidad de los países, especialmente en Occidente, de diversificar sus fuentes de producción, alejándose de economías de alto riesgo como China y Rusia, mientras que México y Brasil, en particular, están experimentando transformaciones clave en sus relaciones comerciales.

En ese sentido, México ha sido uno de los principales beneficiarios del «nearshoring», registrando un notable aumento en sus exportaciones hacia Estados Unidos, impulsadas por la relocalización de manufactura en sectores estratégicos como la automoción y la industria aeroespacial, aunque aún enfrenta desafíos logísticos y regulatorios que podrían frenar su crecimiento.

Por su parte, Brasil ha profundizado sus relaciones comerciales con China y otras economías asiáticas. En 2024, China representó la mayor parte de las exportaciones brasileñas, desplazando a Estados Unidos como principal socio comercial. Esta estrategia de diversificación ha permitido a Brasil reducir su dependencia de socios tradicionales en Occidente, reflejando una tendencia creciente en América Latina, particularmente en el Cono Sur, donde la relación con China se ha vuelto cada vez más crucial.

El «friendshoring» hace referencia a la reubicación de cadenas de suministro hacia países que no solo ofrecen ventajas económicas, sino que también comparten principios políticos y valores similares, de hecho, el «nearshoring», por su parte, ha ganado terreno debido a la proximidad geográfica, reduciendo riesgos logísticos y barreras arancelarias. Las economías emergentes de América Latina y Asia se están posicionando como destinos más atractivos para la producción, debido a su cercanía con mercados clave y menor exposición a riesgos geopolíticos.

Concentración de importaciones

Otro hallazgo clave es la creciente concentración de las importaciones en ciertos países, lo que refleja un poder económico creciente en economías como China, Estados Unidos y la Unión Europea, sin embargo, las economías emergentes están comenzando a jugar un papel más importante en las redes comerciales internacionales, posicionándose como centros comerciales alternativos.

El informe también subraya que, a pesar del crecimiento del comercio regional, la «distancia geográfica» sigue siendo un factor crucial en las decisiones comerciales y pese a los esfuerzos por aumentar el comercio interregional, las distancias físicas continúan influyendo en la elección de socios comerciales, especialmente en sectores donde los costos de transporte son decisivos, lo que ha impulsado la inversión en infraestructura de transporte y en la creación de cadenas de suministro más resilientes.

Las políticas públicas están jugando un papel determinante en la configuración de estas nuevas dinámicas comerciales. Las políticas fiscales, los acuerdos de libre comercio y las medidas proteccionistas están moldeando la estructura de las relaciones económicas entre los países.

El informe concluye que los cambios en los flujos comerciales reflejan las transformaciones políticas y económicas a nivel global. Las tensiones comerciales y los esfuerzos por recuperar la soberanía económica están remodelando las relaciones internacionales y, en este sentido, se sugiere que las empresas comprendan estas nuevas dinámicas para tomar decisiones estratégicas sobre dónde ubicar sus operaciones, gestionar riesgos comerciales y aprovechar las oportunidades emergentes.

Pese a estos cambios, el informe advierte que aún persisten muchas incógnitas sobre cómo evolucionará el comercio global en los próximos años. Con la geopolítica cambiando constantemente y las economías emergentes ganando protagonismo, el futuro del comercio dependerá de la capacidad de los países y las empresas para adaptarse a un entorno cada vez más fragmentado y politizado.

Fuente : McKinsey Global Institute

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí