Las empresas avizoran un panorama alentador para el último trimestre de este año. Pese a las adversidades, un gran número de negocios han logrado ajustarse a las condiciones actuales, sorteando varios desafíos como replantear sus operaciones e incorporar nuevas tecnologías, con el objetivo de satisfacer las nuevas necesidades de los consumidores. Para algunos sectores, el momento actual ha representado un gran reto, pero también una oportunidad de surgir y desarrollarse.
A principios de este año, existía una tendencia favorable hacia el emprendimiento en América Latina. Un tercio de los gerentes y propietarios de pymes de la región afirmaron haberse aventurado a emprender motivados por la independencia laboral o una idea rentable, según detalla la sexta edición de la encuesta Visión Pymes, realizada por Brother International Corporation[1]. Si bien todo comienza con una idea, la parte más difícil es mantener un emprendimiento y tener éxito en proyectar su evolución hacía otro nivel.
Es un hecho muy discutido que un considerable número de emprendimientos fracasan a los pocos meses de haberse iniciado o pierden impulso y se estancan, debido a la falta de un plan que les permita orientar su camino. El éxito de un negocio no solo se traduce en su materialización, sino en su capacidad de sostenerse en el tiempo y sobresalir dentro de su nicho de mercado, a pesar de las dificultades. A continuación, compartimos consejos de expertos sobre los factores que deben tomar en cuenta los emprendedores para fortalecer sus negocios y concebir una estrategia que les permita aprovechar de forma óptima las oportunidades de crecimiento.
- Formalizar la empresa: En un inicio puede resultar tedioso gestionar los trámites para obtener la razón social de un negocio, registrar una marca o solicitar la patente de un producto desarrollado. No obstante, este grado de formalidad es beneficioso para cualquier emprendimiento, permitiéndole mejorar su posicionamiento en el mercado. Para Astrid Encarnación*, fundadora de Ases Services, una firma de servicios dedicada a la organización y desarrollo estratégico de empresas y profesionales, con asiento en República Dominicana, formalizar un negocio permite reflejar confianza y seguridad frente al cliente y no está únicamente relacionado con los aspectos legales. “Una parte fundamental de este proceso son las declaraciones estratégicas, es decir, la misión, la visión y los objetivos del negocio. Así como, el establecimiento de planes de trabajo estratégicos por periodos no menores a 2 años, que definan y establezcan claramente para la empresa y su equipo de primera línea de liderazgo, los lineamientos generales de ejecución futura, conjunto a sus objetivos generales y específicos, así como, la estrategia comunicacional digital. Quizá puede parecer algo sin importancia, pero la mayor parte de negocios que fracasan o se estancan es porque no tienen claro hacia dónde se proyectan en el futuro, ni conocen sus principios y esto les impide articular con inteligencia de negocios y factor de retorno, sus iniciativas, costos de inversión y diseño de estructuras organizacionales eficientes y eficaces”, señala la empresaria dominicana.
- Establecer un plan de negocios: La falta de una estrategia clara provoca que muchos emprendimientos demoren más tiempo de lo esperado en desarrollarse. Es recomendable que los emprendedores conozcan bien el segmento del mercado al que se van a enfrentar y, a partir de este conocimiento, definan factores esenciales como los canales comerciales, aliados clave y su capacidad financiera. De acuerdo con Alejandro Carbonell*, CEO y cofundador de Tutorez, una plataforma de educación en línea con sede en Panamá, la planificación permitirá que los negocios proyecten su flujo de capital y conozcan las posibilidades que tendrán para cubrir pagos e invertir en el corto y largo plazo. “Este nivel de autoconocimiento facilita a cualquier emprendedor delinear una estrategia, para aprovechar las temporadas especiales, como el regreso a clases, Black Friday o Navidad y obtener un mayor nivel de ventas, que será muy útil para levantar fondos que permitan sobrellevar la situación financiera en épocas difíciles”, señala Carbonell.
- Utilizar la tecnología: La tecnología es una herramienta clave para aumentar la productividad en muchas áreas. Actualmente, existen sistemas y dispositivos que les permiten a los emprendedores conocer el estado de su negocio desde cualquier parte del mundo. Las herramientas en la nube, la tecnología móvil integrada, las redes sociales y el trabajo remoto son tendencias que van en aumento y que no solo han cambiado la forma de hacer negocios, sino de concebir un negocio como tal. Para Rodrigo Urrego*, cofundador de MedicApp, la primera aplicación en Colombia que aprovecha el modelo de economía colaborativa en el sector de la salud, este factor no solo es importante al momento de pensar en modernizar las operaciones de un negocio, también es trascendental en la búsqueda por mejorar el nivel de ingresos y ampliar la clientela. “Incrementar las ventas, con el objetivo de expandir un negocio, es un tema complejo. No obstante, la tecnología nos puede ser de mucha utilidad. Hoy en día, existen alternativas como el e-commerce, una novedosa forma de adquirir productos o servicios a través de internet. Este tipo de comercio ha ganado fuerza en los últimos años, debido a que nos permite reducir gastos de logística en los procesos de venta y marketing al incursionar con nuevos productos, convirtiéndose en una herramienta costo-efectiva ideal para los negocios que buscan crecer”, explica el emprendedor colombiano.
El crecimiento empresarial es un enorme desafío para los emprendedores, pero nada es imposible en el mundo de los negocios si se cuenta con una estrategia clara, un entendimiento del contexto del mercado y se apuesta por la innovación. Lograr que un negocio evolucione es un proceso que conlleva tiempo y requiere de mucho esfuerzo, pero el resultado siempre vale la pena.
[1] La encuesta anual de 2020 se aplicó a 1040 propietarios y gerentes de pequeñas y medianas empresas de Costa Rica, Panamá, Colombia y Ecuador, entre el 11 de diciembre de 2019 y el 19 de febrero de 2020.