Rusia es uno de los principales productores mundiales de fertilizantes, incluidos el nitrógeno, el fósforo y el potasio, todos ellos esenciales para la agricultura. Debido al aumento del conflicto en la región, existe la legítima preocupación de que haya escasez y problemas de desempeño, no sólo en Ucrania y Rusia, sino a nivel mundial, ya que los agricultores de todo el mundo se verán afectados por la escasez de suministros en Europa del Este, según un reporte de Maersk.
América Latina, en particular, tiene una modesta balanza comercial con Rusia en la mayoría de los países, que representa menos del 1% del total de las importaciones y exportaciones de la región. Sin embargo, algunos de ellos son muy dependientes de los fertilizantes.
En 2021, Brasil fue el mayor importador de fertilizantes de Rusia. De todos los fertilizantes importados por Brasil, el 62% procedía de Rusia. Los costos de producción de soja, maíz, café, caña de azúcar e incluso de proteínas podrían incrementarse.
Impacto global
La economía mundial se enfrenta de nuevo a desafíos mientras continúa el conflicto en Europa del Este. Los precios de la energía se han disparado; el precio del petróleo se negocia ya por encima de los US$100 por barril. El transporte ferroviario y aéreo intercontinental se ve afectado, ya que ICR ha dejado de aceptar reservas y las restricciones del espacio aéreo afectan a las rutas de transporte aéreo. Muchas empresas han suspendido las reservas marítimas en la región.
Las materias primas también se están viendo afectadas, ya que los precios del trigo han alcanzado el precio más alto de los últimos 14 años. Tanto Rusia como Ucrania representan un gran componente del 14% de trigo, el 19% de cebada y el 4% de maíz, que se ingiere en todo el mundo, sumando más de un tercio del cereal mundial.
Fuente: Mundo Maritimo