- Al cigrarrillo se han sumado otras categorías de producto en la lista que se comercializa de forma ilícita en Panamá, entre ellos equipos de protección personal, gel alcoholado y bebidas alcohólicas
- La experiencia obtenida con el cigarrillo, demuestra que las políticas regulatorias radicales e impositivas no han logrado disminuir el consumo de productos de contrabando, más bien lo han fomentado favoreciendo al crimen organizado
- En Panamá es necesaria una política pública en donde todas las autoridades trabajen armónicamente y en sinergia para combatir el contrabando y la falsificación de productos
El Colegio Nacional de Abogados (CNA) de Panamá, organizó el webinar “Comercio ilícito: vínculos con el lavado de dinero e impacto para Panamá” en donde, a través de la participación de destacados panelistas, se analizó el comercio ilícito como fuente de financiamiento de las estructuras del crimen trasnacional organizado y el uso que hacen de las estructuras locales para su organización logística, distribución y venta de productos de contrabando, atentando contra la seguridad ciudadana. De igual forma, se analizaron las causas por las que en tiempos de COVID-19 se registra un crecimiento del comercio ilícito y falsificación de distintos productos en Panamá.
En tiempos de COVID-19, se ha visto un incremento de comercio ilícito de artículos como mascarillas, guantes, equipos de protección respiratoria, gel alcoholado, cigarrillos, bebidas alcohólicas, entre otros. Dentro de las razones de este fenómeno la Alianza para el Comercio Ilícito, capítulo Panamá, señala que los consumidores buscan adquirir estos productos de forma inmediata y por cantidad, y los delincuentes aprovechan la alta demanda para obtener grandes ganancias con bajo riesgo de ser atrapados, esto se debe a “que las autoridades policiales están más enfocadas en la implementación de medidas para el control de la pandemia, lo que hace que la Autoridad de Aduanas se encuentre sola luchando contra los delincuentes”, comentó Marissa Lasso De la Vega, vocera de la Alianza.
Otra de las causas para el aumento del comercio ilícito en tiempos de COVID-19 es la reducción del volumen de ventas de la industria y del comercio legal, que ha tenido que cerrar o limitar sus horarios a causa de la pandemia; “mientras esto sucede, el comercio ilícito trabaja sin limitación de horarios, usando canales de venta como páginas web o redes sociales; incrementando, además, el paso de contrabando por cualquiera de los 160 puntos ciego de la frontera panameña, de acuerdo con datos de la Autoridad de Aduanas”, señaló Lasso de la Vega.
Otro fenómeno que ha aumentado en tiempos de COVID-19 es la falsificación de productos como por ejemplo el gel alcoholado. “La realidad es que en pandemia ha aumentado las categorías de falsificación y contrabando, incorporándose otros productos asociados a la prevención del virus y bebidas alcohólicas. Estas se suman al cigarrillo, que históricamente ha sido el número uno de los productos de contrabando en Panamá, alcanzando cifras alarmantes de 79% en el mercado”, agregó Lasso de la Vega.
Sobre las bebidas alcohólicas, la vocera comentó que la causa se debe a la imposición de políticas como por ejemplo la Ley Seca, “históricamente se ha demostrado que las políticas regulatorias radicales e impositivas no han logrado disminuir el consumo, por ejemplo de cigarrillos en Panamá, más bien han fomentado el contrabando y fortalecido al crimen organizado; al prohibir determinados productos se está promoviendo que el consumidor lo busque en el mercado gris, beneficiando de esta forma a los delincuentes”, comentó Lasso de la Vega.
Ante la pregunta de ¿Por qué se está dando el comercio ilícito en mayor escala en tiempos de COVID-19? Lasso de la Vega señaló que una de las principales causas es la falta de recursos de las autoridades para adquirir equipos tecnológicos que les permita identificar y rastrear esta actividad; por otro lado, existe un desconocimiento de la norma en las diferentes instituciones involucradas como, por ejemplo: Zona Libre de Colón, policía, Ministerio Público, Juzgados, etc., “todas las personas que dentro de esa cadena debieran conocer lo que dice la norma, no manejan ese conocimiento en detalle”, agregó Lasso de la Vega. Por último, la vocera señaló que existe una falta de cooperación y comunicación entre todas las instituciones, así como de trabajo en equipo entre el sector público y privado.
La Alianza recomienda que este momento no es solo para que la población esté más vigilante y se abstenga de adquirir productos de dudosa procedencia, sino que también se plantee una política pública en donde todas las autoridades trabajen armónicamente y en sinergia para asegurarse de continuar efectuando las retenciones, verificaciones y se impongan las sanciones correspondientes para evitar que este tipo de productos llegue a las manos de ciudadanos o residentes en Panamá.
Como medida que están tomando las autoridades, Tayra Barsallo, Directora General de la Autoridad Nacional de Aduanas, resaltó durante su intervención la importancia que tiene la Resolución N° 08 de 4 de junio de 2020, emitida por el Ministerio Público, donde se adscribe a la Fiscalía Segunda Especializada Contra la Delincuencia Organizada (FECDO), las investigaciones y el ejercicio de la acción penal por los delitos de contrabando, defraudación aduanera, evasión fiscal y blanqueo de capitales que se originen de los delitos productos de los operativos, allanamientos y otras diligencias que efectúa Aduanas. Con esta resolución, el “Ministerio Público viene a elevar estos procesos dentro de los delitos del crimen organizado, ya que se consideran como precedentes de los delitos de lavado de dinero; nos llena de satisfacción trabajar de la mano con el órgano judicial para lograr expedientes que puedan traer condenas que saquen del mercado a los actores responsable de estos delitos”, comentó