La familia Luksic, la más adinerada de Sudamérica, con una fortuna conjunta de cerca de US$25.000 millones, está cosechando los beneficios de una apuesta por el transporte marítimo y la logística portuaria mundial más de una década después de haber entrado por primera vez en la industria.
Una inversión inicial en 2011 de su holding Quiñenco en la naviera chilena Compañía Sud Americana de Vapores, o CSAV, fue recibida con escepticismo por analistas e inversionistas después de registrar fuertes pérdidas inicialmente. La familia intervino para aportar más de la mitad de un aumento de capital de US$1.200 millones en 2012, y los ejecutivos tuvieron que negociar exenciones con bancos y tenedores de bonos para escindir su flota de remolcadores.
Quiñenco aumentó progresivamente su participación en CSAV, que llegó a un acuerdo en 2014 para fusionar sus operaciones con Hapag-Lloyd, con sede en Hamburgo. CSAV ahora posee el 30% de la quinta naviera más grande del mundo, y la bonanza en la industria que llegó con la pandemia debido a los cuellos de botella en las cadenas de suministro y el aumento de las tarifas de flete ha dado grandes frutos.
Fuente : Bloomberg Linea