¿Sabías que Islandia y Noruega son los países más avanzados de Europa en materia de energías renovables? ¿Y que mientras que estos dos países sacan un gran partido a la energía geotérmica y a la hidroeléctrica, otros países, como España, están apostando fuerte por la energía fotovoltaica y la eólica?
Las energías renovables son aquellas que se obtienen a partir de fuentes naturales inagotables y generan electricidad sin contribuir al calentamiento global. Su importancia en las próximas décadas será crucial, porque el futuro de la humanidad y del planeta dependen de ello. Más recientemente, la dependencia europea de los hidrocarburos rusos puso de manifiesto la necesidad de llevar a cabo rápidamente la transición energética, uno de los pilares de la política común de la YE.
Panorama del sector de las energías verdes
Mientras que los expertos de la AIE (Agencia Internacional de la Energía) prevén un aumento del 50% de las necesidades energéticas mundiales para 2050, todos los países firmantes de los acuerdos de París se han comprometido a lograr la neutralidad del carbono para entonces, con un fuerte énfasis en las energías renovables.
Pero, ¿qué son exactamente las energías verdes? Este concepto abarca todas las tecnologías que permiten sustituir los combustibles fósiles por fuentes renovables. Incluye las energías renovables «clásicas»: solar, hidráulica, eólica, geotérmica, biomasa y biocombustibles, pero también otras tecnologías como el hidrógeno verde.
Según un estudio de Bloomberg New Energy Finance, la inversión mundial en la transición energética ha aumentado un 27% en 2021, hasta alcanzar los 755.000 millones de dólares, de los que casi la mitad (366.000 millones) corresponden a las energías renovables (+6,5%). Y estas cifras no harán más que aumentar: el objetivo de neutralidad en carbono para 2050 exige triplicar estas inversiones de aquí a 2025.
Un baile de miles de millones en inversiones
Los países están aumentando sus inversiones en la transición energética. Tras el plan de inversión masiva de la administración de Joe Biden, ratificado en noviembre de 2021 y que prevé nada menos que 65.000 millones de dólares para la investigación y la inversión en energía verde en Estados Unidos, Europa se ha puesto las pilas, especialmente desde la invasión rusa de Ucrania.
España se encuentra en una situación geográfica privilegiada que nos permite apostar por el sol y el viento como fuentes de energía, tal y como señaló Elon Musk en Twitter. Por cierto, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, le respondió. Más allá de esta anécdota, lo cierto es que un estudio de Bloomberg sitúa a España como el tercer país del mundo más atractivo para invertir en la transición energética.
En Francia, el recientemente reelegido presidente Emmanuel Macron se comprometió durante la campaña electoral a destinar 10.000 millones de euros adicionales cada año a la transición energética. Esta cantidad se suma al plan de inversiones «Francia 2030», que prevé 1.000 millones de euros para la investigación y la innovación en el ámbito de las energías renovables. Francia también aspira a ser líder mundial en hidrógeno verde para 2030.
Alemania, muy dependiente de los hidrocarburos rusos, ha aumentado considerablemente sus objetivos de producción de energía verde: mayor economía europea pretende producir de fuentes renovables el 80% de su consumo bruto de electricidad en 2030 (frente al 65% anterior), ¡y tiene previsto que sea el 100% en 2035!
La «tecnología del clima» está en auge
El sector privado no se queda atrás: la «climate-tech» ha recaudado 111.000 millones de dólares en 2021 en los mercados financieros, 53,8 de ellos en el sector energético. En España, las subidas en las cotizaciones de las empresas dedicadas a las energías renovables, así como los últimos movimientos dentro del sector, muestran el enorme interés por las energías verdes, también por parte de aquellas empresas que vienen del sector de los hidrocarburos.
Y la inversión en este sector puede ser rentable: aunque el rendimiento de los valores de energía verde medido por el índice Bloomberg Goldman Sachs Clean Energy ha sido inferior al del índice MSCI World en 2021, lo cierto es que ha subido un 112% en los dos últimos años.
Productores y proveedores crecen exponencialmente
Iberdrola, con sede en Bilbao, es una de las grandes empresas eléctricas a nivel internacional, es el cuarto grupo energético por capitalización bursátil del mundo y se sitúa a la cabeza del sector eólico mundial. Este año, además, ha rebasado a Inditex como el valor de mayor capitalización bursátil de la Bolsa española, superando incluso el valor bursátil de las tres principales energéticas españolas -Endesa, Naturgy y Repsol- que suman juntas una capitalización de 72.500 millones en Bolsa.
Acciona es otra empresa española con más de 11 GW instalados en propiedad en las principales tecnologías renovables. Sus áreas de actividad de energías renovables pasan, entre otras, por la eólica, la solar fotovoltaica, la hidroeléctrica, la termosolar, la de biomasa y la hidrógeno verde. Otra importante área de actividad de Acciona es la de infraestructuras, que incluye sus actividades de construcción, agua y otras obras civiles. Acciona Energía, que sube un 26% desde su debut en Bolsa, se postula para saltar al Ibex.
Canadian Solar es una empresa canadiense, especializada en la producción de módulos fotovoltaicos, sufrió un duro golpe en Bolsa en abril, con una caída del 23% en su cotización. Los ingresos aumentaron un 47% y el beneficio por acción (BPA) se disparó un 255% en el cuarto trimestre de 2021 con respecto al año anterior. La empresa también ha elevado su previsión de ingresos para 2022. Según la dirección de de Canadian Solar, se espera que los ingresos se sitúen en la franja de los 7.000 a los 7.500 millones de dólares, en línea con las previsiones de los analistas (+36,9%, a 7.230 millones de dólares), y que el BPA aumente un 60%.
Solaredge Technologies es una compañía israelí, que cotiza en el Nasdaq desde 2015, también está especializada en la producción de paneles fotovoltaicos. Sus ingresos aumentaron un 62%, al igual que su BPA (+9%), en el primer trimestre de 2022. La empresa no ha hecho previsiones para todo el año 2022, pero los analistas creen en su potencial: esperan que las ventas aumenten un 52% (hasta 2.980 millones de dólares), y el BPA un 37%.
Daqo New Energy es otro actor de la industria fotovoltaica, una empresa china que cotiza en la Bolsa de Nueva York y que produce polisilicio. En el primer trimestre de 2022, sus ingresos se dispararon un 400% y su BPA un 562% interanualmente. Estas cifras estratosféricas han puesto una sonrisa en las caras de analistas e inversores, que esperan un fuerte aumento de los ingresos para este año: un 83,9% hasta los 1.680 millones de dólares. Se espera que el BPA aumente un 68%.
NextEra Energy es una empresa estadounidense, el mayor productor mundial de energía solar y eólica. Su cotización ha estado deprimida desde principios de año (-23%), pero su BPA subió un 10% en el primer trimestre de 2022. La empresa también mantiene el optimismo de los analistas: esperan que los ingresos aumenten un 24% este año, hasta los 21.290 millones de dólares, y que el BPA lo haga un 10%.
Neoen es más generalista y de más reciente creación (2008) que los colosos mencionados. Estamos ante una empresa francesa que cotiza en Bolsa desde 2018 y que es un productor de energía exclusivamente renovable, fundamentalmente solar y eólica. En el primer trimestre de 2022, el grupo vio aumentar su facturación en un 36%. Los analistas prevén un aumento de los ingresos del 29% este año, hasta los 430 millones de euros, y del BPA, un 60%.
Por último, también podríamos mencionar a algunos gigantes de la industria petrolera, como TotalEnergies, Shell o Repsol, que están inmersos en una intensa transformación hacia las energías renovables mediante inversiones masivas.
FUENTE : GETBUX